Carmen y Ricardo llevan varios años juntos, en pareja. Ella es docente y él está desocupado. Ricardo tiene problemas con el alcohol, lo que hace que cambie su humor de un momento para otro. Ella tiene que aguantar sus maltratos, sus humillaciones, su manipulación, sus celos, sus golpes. Él quiere alejarla de todo su entorno, de su trabajo, de sus amigas. Carmen ya lo padeció de chica: en su casa también se vivía la violencia. Pero un buen día, ella se despertó con ganas de emprender un “viaje”. Un viaje hacia otro lugar, donde nadie la oprimiera y sintiera la libertad de respirar tranquila.